martes, 7 de octubre de 2014

Un 7 de Octubre, pero de 1914

O sea hace justo cien años. Siete años antes el ferrocarril habia empezado a prestar servicios regulares. San Mayol que por entonces era solamente Mayol. La Colonia "San Felipe" se iba poblando y alli, un año antes habian llegado Francisco y Anunciación. Primero Fancisco desde España, de allá, de la montaña de León, que se radicó en Rauch donde tenía un tio. Por 1910  había hecho "piso", y le escribió a su novia Anunciación, tambien de la Montaña Leonesa para que se viniera. Y Anunciación se subió a un barco, y llegó al Puerto de Buenos Aires, donde Francisco, su Tio, y la esposa de éste, que era hermana de Anunciación la esperaban. De allí el tren a Rauch. De la estación, al Registro civil, y da allí a la Iglesia.

Anunciacion Balbuena y Francisco Diez
Foto de su casamiento en 1911
Y una nueva pareja de inmigrantes se sumaba a una Argentina que los llenaba de esperanzas. Un tiempo despues, alli en Rauch, nacía su primer hijo Francisco, en 1912. Luego, siguiendo las huellas de su hermano Martín llegaron a Mayol.

Unos 200 metros mas atrás de la Iglesia, aún quedan rastros de su primer rancho; se nota el jagüel y un árbol ha quedado como único testimonio de lo que allí sucedió, hoy, 7 de Octubre, hace cien años.

Anunciación esperaba su segundo hijo, y su hermana María había venido para acompañarla. También estaba cerca su cuñada Petra, hermana de Francisco, y esposa de su hermano Antonino.

Aquel octubre pintaba lindo, los trigos crecían, con buena humedad anunciaban una buena cosecha.

Y el momento del parto llegó; Francisco tendría al dia siguiente el mejor regalo de su 32º cumpleaños, otro hijo.

Pero Dios al parecer tenía otras cosas dispuestas, y a raíz de una hemorragia post parto, Anunciación
falleció alli mismo luego que naciera su hijo.

Anuncio Diez Balbuena y Emilia Carolina Avecilla
Mis padres en su casamiento 1940
Pequeñas historias de mi pueblo, que quedan casi olvidadas. Ese pequeñín, a quien Francisco en el mismo acto que asentaba el fallecimiento de Anunciación, su amor, la que lo había seguido desde el corazón de la Montaña Leonesa, asentaba en su partida de nacimiento el nombre de Anuncio en homenaje a ella, fue Mayolero de nacimiento, hombre que nunca le sacó el cuerpo a ninguna responsabilidad que la comunidad le pidiera, ya fuera la Cooperativa, el Club Social y Deportivo, la Fundacion de la Primera Sociedad de Fomento, y hasta fue por tras veces Comisionado Municipal del Partido de Tres Arroyos.

Y me refiero a mi padre, Anuncio Diez Balbuena que hoy estaría cumpliendo 100 años. ¡Feliz Cumpleaños donde estés viejo Querido!

Ver acá.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Hoy 1 de Octubre, cumplimos 107 años.

El siempre recordado Germán García (Toto) y Pablo Mayol
Y entonces el posteo lo hace Pablo Mayol:

¡FELIZ ANIVERSARIO, SAN MAYOL! 
Un día como hoy pero hace 45 años, no era feriado en San Mayol, no tuvimos en cuenta que hacía 62 años que éramos pueblo y estaban abiertos todos los negocios, sonaban a las 8 las persianas que se levantaban en lo de Tavelli, a la Cooperativa llegaban las F100 de los chacareros, el jefe de estación atento al paso de los trenes, (ya pasó a las 6 de la mañana y nos despertó tocando pito, seguro que por el denso tránsito), se sentía desde casa el olorcito a pan y galleta recién sacado de la cuadra que hacían Tere y Anselmo, la tienda de los Balañá, nos vendía los mapas y figuritas del Cabildo o San Martín para hacer los deberes de la escuela, alguna golosina comprábamos en el club, Don Núñez atendía la carnicería, Don Juan Roldán la frutería y verdulería, lo de Burgos y Domínguez también abiertos, el taller de Wanger repleto de tractores desarmados, vamos al correo y nos atiende Aldo Ramírez, de paso también al hotel para hablar por teléfono y jugarnos un metegol mientras esperábamos. También había clases, cruzábamos la cancha de futbol y ya estábamos en la escuela, éramos muchos y lo disfrutábamos, a las 5 salíamos, ahí viene María Miguez con su sulky reluciente y el titito que nos ladraba, saludábamos a don Escujuri con un “chau” siempre sentado en la puerta de su casa y si era viernes, jugábamos unos súper partidos de futbol en el jardín de casa, con mis hermanos y todos los chicos del pueblo hasta la caída del sol… que tiempos!