viernes, 19 de agosto de 2011

Para tratar de entender...

Los Fundadores de la Primera Cooperativa (1844)
   Las Cooperativas en general tienen un problema. Sabemos que ninguna nace por casualidad, salvo algunas truchas creadas por oportunistas (que nunca faltan), la inmensa mayoría son fruto de la necesidad y la injusticia. Desde la primera en 1844 hasta las del plan Argentina Trabaja o las de las Empresas Recuperadas, pasando por las de Servicios Públicos o las Agrarias, Agricolas o Agropecuarias.
   Si la vida de los chacareros y su economía no hubiera sido amenazada por las injusticias y abusos de arrendadores y comerciantes monopólicos la solución cooperativa hubiera sido solo una curiosidad intelectual.
   Convengamos entonces que la constitución, puesta en marcha y afianzamiento de la Cooperativa obedece a la necesidad de la modificación de una realidad social y económica que no satisface a un importante número de personas.
   Esa etapa que podríamos denominar como "fundacional" y ese núcleo de personas como "fundador" son los que conocen la realidad que dio origen a la fundación propiamente dicha. Al ir pasando el tiempo, la cooperativa logra su objetivo de modificar la realidad preexistente, y constituir una nueva realidad. Ya todo es distinto y solo en el grupo fundador persiste la memoria de la situación anterior. Quienes se van sumando a la entidad, cuando van pasando los años se encuentran con otra situación, modificada precisamente por la existencia de la cooperativa, pero que les resulta natural, como que "la cosa siempre fue así". La Cooperativa se integró de tal forma a la comunidad que ya es parte del paisaje, a tal punto que parece que siempre estuvo ahí. Y esto con el tiempo se hace mas patente, en la medida que la vida se va llevando a los fundadores, los depositarios de la memoria.
   Al mismo tiempo, el volumen de los negocios se hace mayor y mas complejo, y necesita de una administración mas profesionalizada. Al principio era fácil de llevar, y yo alcancé a conocer alguna cooperativa en la que los cheques los firmaban el Presidente Secretario y Tesorero y nadie mas tenía firma en la entidad. Esto era insostenible en el tiempo, sobre todo en la medida que el negocio cada vez era mas grande.
   Pero los socios eran pocos, y todos sabían y conocían el movimiento, disponían de la misma información, y al momento de la Asamblea todos estaban en un pie de igualdad para analizar las decisiones a tomar.

   Y ahi es donde se entra a complicar la cosa; cuando el boliche se agranda, se achica el círculo de los que conocen como funciona, o al menos no crece en la misma proporción, agravado esto por el hecho que ya no todos conocen como y porqué existe la Cooperativa, porque aquella situación que fuera su origen ya quedó muy atrás en el tiempo, modificada por la propia existencia de la entidad, pero ¡quien lo recuerda!.

   Cuanto mas se complejizan los negocios, mas profesionalidad se necesita en la administracion diaria, y por ahi se recurre a un verdadero profesional. Con título Universitario y todo; un Contador. Y esto trae otro problema mas grave.

   Los Contadores al salir de la Universidad, en Cooperativismo no cazan un fulbo ni por error. Porque la formación Universitaria en Ciencias Económicas se "saltea" el cooperativismo, y salvo aquellos, muy contados, que tienen inquietud y vocación se tienen que ocupar personalmente de saber de que se trata y compatibilizar su formación académica liberal en lo económico con la Economía Asociativa.

   Por presencia y persistencia ese nuevo Gerente tiende a amoldar la entidad a sus conocimientos, y el hecho de tener que consultar decisiones con un cuerpo colegiado de diez u once personas (Consejo de Administración y Síndico) lo pone incómodo. No fue entrenado para eso, y trata inconscientemente y con su mejor buena voluntad de agilizar la cuestión deslizando la idea de formar un Comité ejecutivo de tres o cuatro personas. Pero eso si bien agiliza algunas cosas, complica otras, porque el resto del Consejo empieza a perder el hilo conductor de muchos asuntos (sin olvidarnos que todos los integrantes del Consejo, son personas que tienen sus propios asuntos que atender). Por lo tanto, en las reuniones hay pares que ya no son pares, porque hay algunos que están mas enterados en detalle que otros. Sin embargo todos tienen el mismo poder de decisión.

   Sin olvidarnos del hecho de que no son la máxima autoridad de la Cooperativa sino que estan actuando por un poder delegado por la Asamblea de Asociados, que sí es la única autoridad de la entidad. La que corta el bacalao. A veces con una información fragmentada y desconocimiento del manejo diario.

   En algun momento llegaremos a discutir un tema crucial; ¿es bueno o es malo que las Cooperativas crezcan mucho en su volúmen operativo?

   Pero será mas adelante...

   Antonio (el Mayolero)

2 comentarios:

  1. comparto totalmente el articulo. tal vez la educaciòn permanente y la rotacion continua y en forma parcial en los mandatos de los consejeros sea una esperanza para la salud de las cooperativas, las adultas y las que intentan llegar a serlo

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  2. Coincido, Javier. La rotación y/o limitación en el tiempo de los mandatos de los integrantes del Consejo de Administración, puede ser una herramienta viable, aparte que obliga a la capacitación.

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