sábado, 6 de agosto de 2011

La casa del chacarero.

   Como los arrendamientos no eran de mucho plazo (generalmente de tres años) y la renovación siempre estaba pendiente, la casa del arrendatario estaba en una especie de indefinición. No podía ser de materiales duraderos (mampostería) ya que de no renovarse el contrato era pura pérdida, y tampoco podía ser muy precaria porque había que aguantar tres inviernos. Recién en 1948 se votó la ley 13246 de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, que rigió hasta 1966, que regló definitivamente el sistema, llevando los plazos mínimos de arrendamiento a tres años con opción por parte del arrendatario a dos mas, lo que en la práctica llevó los arrendamientos a cinco años.
   Mientras tanto, el arrendatario copió el modelo ya establecido por el gaucho. El rancho de chorizo o de adobe.

   Ya dijimos que una de las características de la Pampa Húmeda es la casi total inexistencia de árboles autóctonos, por lo que la madera era lo mas escaso y caro por consecuencia.

   El gaucho, primitivo habitante, imitó al hornero y su tecnica de construcción y tomó igual que el pájaro los elementos que mas al alcance tenía y que ademas eran gratis; la paja vizcachera y la tierra.
   Lo primero era el agua, para la que se cavaba un pozo (el agua se encuentra a los 4/5 m de profundidad promedio). Se hacía un "pisadero" (pozo de unos 50cm de profundidad, redondo, de unos 10 m de diametro, y alli se mezclaba tierra con paja vizcachera cortada, y se pisaba con caballos hasta hacer una "liga").
   Mientras, se clavaban sólidamente los postes que irian marcando cada esquinero del rancho. En el centro de cada cabecera ("mojinete") iban dos postes mas altos, que sostendrían la cumbrera horizontal. Cada dos metros se ponían otros postes mas delgados, formando así una especie de "esqueleto", que luego se unía con alambres horizontales, a unos 50cm unos de otros.
   Formada así la estructura, usando el barro del pisadero y paja vizcachera en manojos se iban armando los
"chorizos" que se ponían doblados sobre los alambres horizontales empezando por la primera fila de abajo hacia arriba, hasta llegar al coronamiento de la pared. En todo eso, se insertaban las puertas y ventanas que generalmente eran ciegas. Para entrada de luz natural, se utilizaban botellas de vidrio enclavadas entre los chorizos.Las puertas solían ser de dos hojas en sentido horizontal, por lo que la hoja de arriba se podía abrir independientemente de la de abajo, haciendo así de ventana.
   Terminadas las paredes se colocaban las "tijeras" a caballo de la cumbrera sobre las que se clavaba el techo. Éste se prolongaba un par de metros hacia afuera en uno de los lados, formando así un alero del lado donde daban las puertas, hacia el otro lado se prolongaba unos 30cm para proteger la pared de barro de la caída de agua de lluvia del techo.
   Para terminar la faena, se revocaban las paredes por fuera con una mezcla de tierra colorada (el loess pampeano) y bosta de caballo, que le daba la característica de impermeabilizar las paredes.
   Esto era lo básico, y luego el rancho se prolongaba en la misma línea con otras habitaciones en la medida que la familia se iba agrandando.
   Y aquí ya tenemos dos de los elementos básicos del hombre, que de nómada pasó a sedentario al hacerse agricultor: el agua y el techo Nos está faltando algo fundamental: el fuego.
   Mi primo Osvaldo me hizo una consideración a raíz de mi comentario que el arrendatario plantaba árboles en tierra ajena. Frente a mis arrestos poéticos/filosóficos me hizo notar con su conocida practicidad: "Che, acordate que no tenían leña..." Pero; ¿mientras los arboles crecían, que?, y su respuesta fue clara;" la leña de vaca, y la leña de oveja, ¿te olvidaste de los cuentos de los viejos?"
   Efectivamente; por extraño que le parezca al "bicho urbano" como dice mi amigo Piris el combustible al que se apelaba era ese precisamente. La bosta seca de vaca, que se juntaba en el campo, y se apilaba bajo el alero, o la de oveja, que se obtenía de los corrales sacándola como panes y dejándola secar. Se prefería la de vaca, que se quemaba muy bien y prácticamente no daba olor.
   Hoy diríamos "y, es lo que hay..."
 
   Volviendo al rancho, cuando se terminaba el contrato, y había que desalojar, se cortaban los alambres, se desenterraban los palos de la estructura, se cargaba todo en una chata, y allá iba toda la familia a levantar otra vez su rancho en otra chacra.

    Aunque a usted le parezca increíble, todavía se conservan habitables algunas de esas casas. Se las ha transformado, se las ha revestido con ladrillos de canto, tienen agua corriente, baño "con inodoro pa sentarse y todo" como decía un vecino de mis pagos, pero en su corazón conservan los chorizos de barro y paja conque aquellos ingeniosos inmigrantes las levantaron con la ilusión de que fuera ésta su tierra, la que les habían dicho que sobraba en América, sin advertirles que ya tenía titulo de propiedad.

    Esto que vengo contando, ya había pasado muchos años antes, y eran mas cuentos de mis abuelos, que cosas vistas, ya que una de las primeras reivindicaciones logradas por los arrendatarios,alla por el primer gobierno de Yrigoyen, fue el reconocimiento de los propietarios de las "mejoras" y su correspondiente indemnización al fin del contrato. ¿Que se definía como mejoras? Todo aquello que el arrendatario construyera, o adhiriera al suelo, como por ejemplo, molinos, aguadas, alambrados, corrales, mangas, plantaciones, y todo aquello que contribuyera a una explotación mas eficiente. Esto contribuyó a dignificar la vida en las chacras, ya que plantado el molino, poco costaba tirar unos caños y llegar con el agua a la cocina, y hacer un baño, por ejemplo.

   Algunos propietarios y/o administradores fomentaban este tipo de mejoras, ya que rápidamente comprendieron que les valorizaba sus propiedades para un futuro arrendamiento. Inclusive algunos proveían a sus arrendatarios de árboles para que estos los plantaran. No todos, no vaya a creer... Pero que los había, los había, y hay que hacerles justicia.

   En general en el Sur no se dieron las condiciones extremas que dieran lugar al levantamiento de "El Grito de Alcorta". Al ser una zona que se fue poblando mas tarde, y que por sus características de producción debia ser parcelada en fracciones mas amplias, los terratenientes se manejaron con otras pautas en cuanto a su relación con los arrendatarios.

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